Era una noche de fria.
Ella leía una novela recién adquirida de la biblioteca, mientras bebía un chocolate caliente.
El la habia abandonado la noche pasada. Ambos, se habian mirado a los ojos, y el le había dicho que se iria, no le dijo el rumbo, ni el motivo...solo que se iva.
Ella derramo unas lagrimas y con un abrazo le rogo que no se fuera, que sin el no era nadie. El solo la miro, y con un frío "Adiós" se dio la vuelta, y camino por la solitaria calle. Mientras se alejaba.
Se alejaba de ella, de las promesas pasadas, de las viejas canciones de rock que bailaron juntos en la solitaria noche.
De las poesías dichas, de las fotografías en la pared, de los libros de amor puestos en la lista por leer.
Las promesas futuras, en donde se veían uno a otro tomados de la mano, caminando en la playa. O aquel beso bajo la lluvia, mientras una canción de violín sonaba a lo lejos.
Aveces el amor nos eleva a lo alto, pero cuando caemos...la caia es dura, y nos paralisa.
Pero el corazón seguirá allí, amoldándose a todo, y cuando pensemos que va a morir seguirá latiendo. Aunque creamos lo contrario. El seguirá allí...
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